Against the Poetic Avant-Garde.

Saturday 10 July 2010

Desvarío con cafeína

Te tomas un café o te imaginas que lo tomas mientras sostienes una taza de café, una taza caliente asida por su asible asa. Una taza de café y el mundo te sabe un poco amargo. Como si el mundo viniese de Kenya, de Colombia o en una bolsa de plástico y tú, que tienes las posaderas bien posadas en tu silla, necesitases que la vida supiese un poco más a helado de vainilla o fresa, a postres bañados en azúcares.

Han hecho el día con un grano muy fuerte: te has despertado con posos en la boca y legañas en la cafetera. Quizás una tostada; no, no - no se te quita esa sensación de filtro por donde ha pasado demasiada agua hirviendo.

Algo pasa, algo pasa.

Ayudar a una vieja a cruzar la calle, rescatar un gato de algún árbol, comenzar una revolución, en fin, hacer algo con significado.

De pronto llega un vientecillo y tu nata mental se va volando. Te quedas, descafeinada, con una pregunta: ¿Quién será aquel que leerá el futuro de los astros en tu fondo cuando te hayan bebido por completo?