Against the Poetic Avant-Garde.

Tuesday 9 October 2012

Wednesday 22 August 2012

21 de Agosto, aniversario.

Cejas infinitas como las que le imagino a Don Quijote y un mostacho, de esos proverbiales, a medio camino entre el de Clark Gable y el de Nietzsche. Y un gran silencio. Así era mi abuelo. Su silencio lo recuerdo tan grande que no tenía fronteras; un silencio tejido en su chaleco circunspecto y en su corbata misteriosa; no hay otra forma en la que puedo recordarlo. Dicen mis primos que conversaban con él y que se reía con Cantinflas y que recuerdan las últimas palabras que les dijo; palabras que, seguramente, ya no decían mucho pero describían su alma: no existe forma de hablar más sublime. Cuando veo sus fotos o me acuerdo de las navidades en su casa o pienso en esas mañanas de sábado de clases de pintura, no oigo su voz: no sé distinguirla del sonido de la brocha por el lienzo o del cerrar de la alacena en donde el rompope se escondía. Mi Padrino de Confirmación y sólo nuestros pasos andando por la Iglesia. Un día de Noche Buena le marqué desde Alemania para contarle lo que había visto en un museo y él me describió al detalle el Ecce Homo de Durero, pero no recuerdo sus palabras, solamente el frío germano en un puente sobre el Isar.

Hace años entendí que soy incapaz de acordarme de la voz de mi abuelo porque Rafael no era mi abuelo, mi abuelito. Fue mi Maestro. Con mayúscula. Uno de esos guías que te muestran los caminos en los montes escarpados, que abren paso en la maleza, que te dicen que sólo un poco más allá habremos de descansar el cuerpo por un rato. Un Maestro largo como una vida larga en dos siglos distintos. Maestro del mostrar, de la enseñanza que ha subido la escalera del Tractatus y despliega sin nombrar. Un hombre de Ciencia, un médico, que vivía como Poeta: tocaba vidas y ya nunca eran las mismas.

Recuerdo a mi primo Arturo queriendo ser doctor porque él lo era. Recuerdo carboncillos desgastados mientras el retrato no saliera, refranes cervantinos hilados siempre entre unas copas, ir a verlo a que aprobase el poema que yo declamaría pasado mañana en el concurso de la escuela; antes de operarme, sus ojos llenándome de calma. Su calma. Esa clase de Maestro.

Para mí fue una Pitia de Delfos, un Karatheodori, un Baumgarten.

Yo nunca tuve un abuelo que me hablase. En estas memorias borrosas que tengo de un hombre, escucho a alguien que, seguramente, callaba decepciones y con su mano en mi espalda me mostraba caminos que ya luego yo exploraría cuando él no estuviera.

No sé si está mal envidiarle a mis primos la oportunidad que tuvieron de tenerlo tan cerca al final; ellos, además de conocer al Maestro que yo conocí, conocieron más, mucho más de él. En lo que escriben noto una cercanía sagrada: estuvieron ahí cuando su Sol se ponía. Añoran su presencia humana, la buscan y tienen la esperanza de que, en algún momento, en un futuro distante, se reúnan con él para charlar en un desayunador y reír juntos. Yo no tengo eso, no siento eso, por eso mis palabras no tienen la profundidad, la emoción, que tienen las de ellos cuando escriben sobre el Abuelo.

Les envidio eso, en verdad se los envidio. Yo sólo tengo una cosa infinita que un Maestro una vez me dijo, desde el otro lado de un teléfono, cuando yo estaba parado en un puente sobre el Isar:

“Descubre el Mundo. Sé excelente”.

Monday 21 November 2011

Ni aquí
ni allá
en una ladera de tu cuerpo

estoy

en ese lugar de nadie

límite
entre la tierra y la montaña

en una pequeña esquina de tu cuerpo
que mi mano recorre
sin estar ni aquí
ni allá

sólo ahí
en el lugar de nadie.

Thursday 6 October 2011

Can I dream that the first me
that sort of soul
that exceptional me
nests, hides in you
only to overcome
you
me
and arrive new
like both of us
with your birdly eyes
and my stumbling voice
into today
where we wait
for ourselves.

Friday 30 September 2011

Te miro desde la ventana de la casa, has salido a recoger flores por el sendero que lleva al lago en donde tenemos una secreta y pequeña lancha. Tu andar es desenfadado y yo toco el vidrio con la mano y muevo mi cara para verte un poco más de cerca.

Te detienes y volteas, me miras, sonríes.

¿Te he obligado a voltear?

Piensas que yo, al mirarte, te he llamado pero yo camino junto a ti. Miras tan sólo una imagen que me he inventado para observarte mirar distraída hacia la casa. Te miro mirarme mirándote.

El que te ve desde arriba, con la mano apoyada en la ventana, levantando vaho en el cristal, soy yo que recojo otra flor y la pongo en tu cesta para que regreses lo más pronto posible a casa.

Thursday 10 February 2011

Puse en tus dos ojos de muchacha
dos besos
como dos pájaros dormidos
para que pudieses descansar
debajo de alas


en mis labios
uno
que ya no quiere levantar el vuelo.

'Perhaps one kind of silence is enough
for the two of us' I thought.
It was not that you
were resting over me
or opened your hands
and engulfed my soul.

Another silence came
a different one
brought by the secret
of your mouth.

That night
I will forget
as you already have
even when
the exact
same
silence
comes.

Tuesday 8 February 2011

“Todo dependerá de una antinomia de las de Kant” - dijo el conserje sin mirar a Nathaniel mientras fregaba las escaleras que daban al sótano del edificio, bajando los escalones lentamente. “De Kant o de alguna verdad de esas que nadie ha encontrado en Leibniz, es que era muy cabrón y lo escondía todo.”

“Entonces ¿es por aquí?” le preguntó Nathaniel, señalando una pequeña puerta que tenía una ventana sucia y un letrero en donde se leía 'Gerencia'.

“Pues ¿Qué busca Usted?” - respondió el conserje, que seguía bajando sin interrupción alguna.

“La Gerencia” dijo Nathaniel, parándose de puntillas sobre sus zapatos de avestruz para no perder de vista al prófugo limpiador.

“La Gerencia está detrás de una puerta con una ventana que tiene un letrero que dice 'Gerencia'” y la voz del conserje era un eco en el descanso de las escaleras que llevaban a ese abismo que era el sótano.

“Entonces es esta, supongo yo” y al abrir la puerta Nathaniel cayó por un hondo precipicio del que no hubo despertar.

“Yo nunca dije que la ventana estaba sucia” dijo el conserje a lo lejos, mientras seguía limpiando las escaleras.


Thursday 3 February 2011

A la orilla del mundo
en donde está lo que pudo haberte acontecido
llegué en una noche de noches
y alcé mi mano y mi voz llegó
hasta más allá de toda esa frontera
y me di cuenta de que no era yo
el que detenido en la margen
gritaba
sino lo que pude haber sido
y tú me veías
desde la otra orilla.

Tuesday 18 January 2011

Not your hands
your eyes
yourself

but bring back
whatever I was
deep whithin your soul

burried there
my own
has waited

and seen you
searching for me

Monday 30 August 2010

Buscaba esplendor:

eras una rosa roja
que el día llevaba
en la boca.

Sunday 29 August 2010

Sin esperar a que la noche llegase.

Sin esperar a que la noche llegase
saliste hacia el centro del tiempo
y yo te ví
y viéndote
hice que incendiases el día
y que en tu cabello rojo
como el fuego inextinguible
mi alma se abrasase
y ardía mi cuerpo
tú con él
se redujo el mundo a cenizas
entre nuestros restos
de la tierra nació el Hombre.

Sunday 22 August 2010

Abuelo.

No hay silencio;
antes tu voz
era tuya,
ahora la dejaste
esparcida finamente
en cada hora

tan finamente
que no la escucho,
pero está ahí:
no hay silencio.

Nunca dejaré mi memoria vacía,
jamás la dejaré llena:
la vaciaré del mundo cuando esté llena,
la llenaré de ti cuando esté vacía.

Friday 20 August 2010

Las Afinidades Electivas.

Cuatro poemas publicados en Las Afinidades Electivas, un blog de encuentro de poetas o, como su dueño lo llama, "una bola de nieve de nombres". Tú, descuidado lector que te tropezaste con este blog, pásate por ahí, léeme y date una vuelta por otros poetas, hay cosas fantásticas en esa página.

Tuesday 27 July 2010

Mother


Do you remember your former self
a womb

a home made of soft

distant voices?

            the first shelter for your soul
was but echoes
an inceptive night
in which you discovered
a caress left for you
long before you arrived

A gentle singing Mother
whose gaze
you could already feel
whose hands even then
were preparing
every known remedy
for solitude and desperation

and I think of them know:
How clean your hands were
How clean they are
even after they have lifted me
so many times
for so long
What a peaceful place
they have become

Her heartbeat
would call
the first name you ever had

and she kept that secret
unaccountable word
for herself
so she could
in your despair
whisper it throughout the World.



Wednesday 21 July 2010

Many years from now

Many years from now
She will walk
leaving her footprints
on the beach
expecting the world
to wash away
her feet
her soul
everything she is

and think:
'I do not know
where memories begin
perhaps
in the first notes
of an unknown song
played against the background
of the night'

She will listen
and hear nothing
and so believe
she has been forgotten

Still
my words
unread
will be written in the sand.

Saturday 10 July 2010

Desvarío con cafeína

Te tomas un café o te imaginas que lo tomas mientras sostienes una taza de café, una taza caliente asida por su asible asa. Una taza de café y el mundo te sabe un poco amargo. Como si el mundo viniese de Kenya, de Colombia o en una bolsa de plástico y tú, que tienes las posaderas bien posadas en tu silla, necesitases que la vida supiese un poco más a helado de vainilla o fresa, a postres bañados en azúcares.

Han hecho el día con un grano muy fuerte: te has despertado con posos en la boca y legañas en la cafetera. Quizás una tostada; no, no - no se te quita esa sensación de filtro por donde ha pasado demasiada agua hirviendo.

Algo pasa, algo pasa.

Ayudar a una vieja a cruzar la calle, rescatar un gato de algún árbol, comenzar una revolución, en fin, hacer algo con significado.

De pronto llega un vientecillo y tu nata mental se va volando. Te quedas, descafeinada, con una pregunta: ¿Quién será aquel que leerá el futuro de los astros en tu fondo cuando te hayan bebido por completo?

Friday 9 July 2010

El Arte del Engaño



"A Crono le han dado Piedra por Zeus" o "Cronus and a stoned Zeus"

by Rubens-Mundaka

Saturday 3 July 2010

A Silence

a Jo

Where were you yesterday?
Was the infinite blanket
of the Universe
wrapping you?

Was your Soul
enveloped in the clock-ticks
of the night?
of the everlasting night?

Friday 25 June 2010

El Hombre en el andén.

Una historia con algunos aciertos y gran cantidad de errores. El cansancio me impide arreglarla de momento.

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Debería haberse bajado del tren al ver al hombre de pintas raras parado en el andén.

Pero no se bajó. Lo miró despacio a través de la ventana mientras algunos viajeros se apeaban en ésta, la penúltima parada y otros subían y buscaban asiento. Una pareja de adolescentes bajaba las escaleras de la terminal corriendo, agitando su billete en la mano pidiendo que el tren no partiese sin ellos. En los altavoces sonaban anuncios que no entendía: estaba lejos de casa, otra ciudad, quizás otro país.

El hombre de pintas raras no se movía; su mirada viajaba perdida en otro lugar, en otro tiempo. Usaba gabardina gris oscura y tenía sombra de barba de varios días; su piel oscura, su cabello negro como el carbón. Inmóvil.

Perdió interés en aquel hombre y regresó a su libro: “Crónicas de las Cruzadas: Saladino y el Sitio del Kerak”

Después de algunos minutos, escuchó el silbato del tren y éste comenzó a moverse lentamente.
Volteó para ver una vez más al hombre: Otro sujeto se acercaba a él, quitándose un pequeño gorro que llevaba en la cabeza, inclinándose.

Ella pudo escuchar a lo lejos:

“Majestad, debemos irnos.”